Ciudad: Imperio economico y cultural

CIUDAD: IMPERIO ECONOMICO Y CULTURAL

New York cede del poder económico y ya perfila como la cede cultural, mantiene en sus centros de inspiración gótica (torres que apuntan hacia el cielo) y de los centros de decisión política: Consejo de Seguridad de la ONU, Word Trade Center sus torres fueron derribadas no obstante el centro continúa ahí en otros edificios, Wall Street centro de decisiones financieras que acciona como el patrón de crecimiento en fortunas de capitales. Están además concentradas los centros políticos como el caso de Washington que alberga la coordinación internacional actualmente en crisis muy probablemente irreversible en el orden mundial.

Aparentemente todos los habitantes de esos centros participan de él, nada más alejado de lo real, pues a pesar de las libertades democráticas “formales” para todos, bueno al menos los nativos de ahí y de la nación, las corporaciones adquirieron la potestad de ciudadanía verdadera retornando de forma renovada al régimen de la antigua timocracia. En general las ciudades timocráticas no responden a un contexto territorial como en antaño sino al singular circuito mundial de timocracias citadinas poniéndose por arriba de los métodos tradicionales de la conciencia fortalecida en el concepto ciudad ya arruinado por aparición de sistemas financieros de hace 200años, situación que transformó el antiguo concepto de ciudad de servicios en ciudades financieras formando la Metrópoli mundial, fuerza que desplazó totalmente a aquellas florecientes ciudades transformándolas en accesorios del medio rural. La concepción global de ciudades es el corolario de la reagrupación de los centros económicos y culturales que configuran la Red Mundial de Ciudades dibujando la Metrópoli global, independiente del país al que fueron otorgadas estas cedes durante el siglo XX.

Babel, Ur, Nínive, Babilonia Tebas, Luxor, Biblos, Atenas, Jerusalém, Pekín, Roma, Estambul, Paris, Chichén Itzá, Tenochtitlán, Florencia, Venecia, Londres, Moscú, Tokio llegando a New York de la primera y sobre todo segunda posguerra son ejemplos ya obsoletos de las Polis (civitas) cuya función de Nodos coordinadores de la circulación de mercancías producidas por el sector rural, donde se asentaba una burocracia del poder local pues el verdadero poder residía en los Feudos rurales fuentes de toda proteína y combustible, por tanto del verdadero poder capaz de crear ejércitos independientes de las ciudades, los tronos reales usualmente no podía contar con ejército pues el poder no se encontraba en su realidad inmediata. La fisiocracia francesa es el reflejo del fin del feudalismo ya que consideraba a la ciudad en el marco de un sistema dominado por el sector rural, la ciudad es considerada como el centro de gente viciosa. El surgimiento de las ciudades es el fin del feudalismo, cosa que constató Adan Smith en su tesis en que la ciudad se convierte en el centro de producción de riqueza, visión determinante durante la era de 1946 al 2007 donde el desarrollo gigantesco de la ciudad aniquiló todo vestigio feudal pues su energía de movilización proviene de las entrañas de la tierra, girando toda visión a futuro en función de la ciudad y sobre todo de la estructura timocrática (ilegal pero, real) propia de su estructura dividida entre civilizados e incivilizados, estos últimos son la aplastante mayoría sin participación en el poder, solo son votantes que se inclinan por una u otra facción del poder timocrático citadino, que cuenta con un sistema de transferencia de información y automatización de los robots de modo que la masa laboral es ahora ocupada por el sector femenino, la fuerza masculina a quedado en el salón de anticuarios, su presencia en la ciudad de global quedo en segundo término, la cultura en definitivo tiene un carácter femenino en su mayoría.

Así la metrópoli contemporánea su carácter en tanto red global de ciudades se transforma en el Imperio Económico cultural en el marco de la Diversidad Cultural dado que su dispositivo estratégico se basa en la Ciudades Internacionales del Conocimiento clave para la financiación preferencial en sectores estratégicos.

Eduardo Núñez Bécuar

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