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Mahoma y la libertad de prensa

Mahoma y la libertad de prensa


¡Ah! ¡Cuánta arrogancia! Por qué los pueblos islámicos tendrían que aprender lecciones de “democracia occidental”...

Acaso hemos llegado a creer que porque occidente ya no vive en el oscurantismo ocasionado por la imposición de la fe, tenemos el absoluto derecho, o en todo caso poder, de provocar a los demás pueblos tildándolos de retrasados o de inferiores, de salvajes o de "terroristas" a través de de juicios particulares y de meras suposiciones justificándonos en una aparente “libertad de expresión”?

La publicación de las caricaturas de Mahoma terrorista nada tienen que ver con libertad de prensa... Porque la libertad de expresión periodística, en tanto que son reportes periódicos u opiniones de algún suceso en particular, debe desarrollarse en eso, en la crítica hacia particulares. No confundir la crítica con la argumentación. ¿A qué corresponde la publicación de caricaturas que laceran la dignidad de otros pueblos?... ¿Responden a una tesis bien desarrollada a cerca de cómo esa cultura de terroristas esta inspirada o responde a designios divinos o a una teología igualmente terrorista? ¿O responde, más bien, a un acto meramente sensibilista y de repudio irracional hacia un pueblo?

Cuando empezamos a exponer suposiciones a cerca de las máximas representaciones culturales de un pueblo (en este caso Mahoma) entonces estamos tocando el terreno de lo que les es propio, y el estudio de lo propio de cada pueblo, de cada cultura no es tarea que le corresponda propiamente al periodista. Para este caso en particular, una representación del profeta Mahoma significa una representación de toda la cultura musulmana, en la cual pareciera insinuarse que se desconoce aquella propiedad cultural como válida, pues la agresión va directo hacia un natural musulmán dejando de ser crítica pasando al plano de la argumentación fundamentalista, racista, segregacionista intolerante.

Tal pareciera que perdemos (o siempre hemos carecido?) la conciencia del otro, del respeto simple, llano y sin atributos de nada... Sencillamente respeto. Este libertinaje de la conciencia liberal (asquerosamente elitista) de occidente, muy probablemente no nos lleve a una verdadera relación con los otros, porque pareciera que ni siquiera estamos dispuestos a intentar desarrollar la capacidad de aceptar el derecho a la existencia de los que no son como nosotros. Si los musulmanes tienen problema con el Islam, los musulmanes arreglan su problema con el Islam.

Es una verdadera lástima que en una labor tan noble como el periodismo haya quienes se presten a fomentar la guerra religioso-política. Periodistas tan irresponsables que se dejan llevar por rumbos meramente pasionales de repudio hacia otras culturas. En dónde empiezan y en dónde terminan los derechos?... y no se trata de legislar se trata de un comportamiento ético sentido común de la responsabilidad humana que va más allá de los derechos legislables cualesquiera que sean.

Personalmente me asombra que ante tantas muestras de arrogancia e intolerancia ante las consecuencias de la “diversidad cultural globalizada” que ha venido mostrando el occidente moderno, los que nos jactamos de democráticos y libres, aún haya quienes aseguren que los gobiernos del mundo han adquirido conciencia sobre la protección de la diversidad cultural.

Esto no es más que una simple declaración cursi con fines de proselitismo político impulsada por la UNESCO y su filósofo de la corte imperial, Edgar Morin. En donde incluso el mismo Forum Universal de las Culturas, que tanto promueven como máxima de la integración multicultural, trae impreso el sello del elitismo occidental: forum es una palabra latina dejando desde el nombre fuera a las lenguas (culturas) no occidentales... china, árabe, cirílica y demás... Una vez más, Roma se impone.


Erika Charles




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